México, 30 de junio de 2024

El pasado 24 de junio fue finalmente liberado de su injusta prisión el periodista australiano Julian Assange, co-fundador del portal Wikileaks. Su castigo no se debió a ningún crimen, sino a develar los crímenes del imperialismo yanqui. Su castigo fue por brindar una plataforma para denunciar lo que los medios corporativos callan. Su castigo fue por defender nuestros derechos a informar y a estar informados.

En estos momentos, cuando el mundo atestigua sin inmutarse la comisión de genocidios en el Congo, en Sudán, en Yemen y en Palestina, una noticia como la de la liberación de Assange resulta un bálsamo para el alma colectiva de los pueblos.

A pesar de las condiciones que le fueron impuestas para dejarlo en libertad, debemos estar contentos porque hoy, por fin, puede estar nuevamente con su familia y mirar de cara al futuro. Este pequeño, pero importante triunfo, se suma a las recientes liberaciones de Alex Saab y de Ana Belem Montes, a quien dejamos sola a su suerte, pero quien finalmente fue liberada de su secuestro por el imperio del norte.

Es significativo que “la Tierra de las Libertades”, sea justamente el país con el mayor número de presos, y particularmente de presos políticos y presos injustos, mayoritariamente por causa de la discriminación racial.

• Nuestros corazones pueden estar contentos hoy, pero no lo serán en su totalidad hasta hasta conquistar la libertad de Leonard Pelltier, indígena secuestrado por el FBI desde 1975, por el delito de defender su territorio, fue detenido por crímenes abricados y con pruebas sembradas.

• Mumia Abu Jamal, rehén del imperio desde 1981 por su labor periodística y su pertenencia a la Asociación de Periodistas Negros. Acusado falsamente del asesinato de un policía.

• Jalil Muntaquim, Mutulu Shakur, Jamil Abdullah Al-Amin, Sudiata Acoli, Veronza Bowers y muchos más, retenidos en las mazmorras por su pertenencia al movimiento de las Panteras Negras.

Y podríamos mencionar un total de, al menos, 97 prisioneros políticos en las cárceles estadunidenses. Pero no solo allí tenemos presos por luchar.

• En Chile, recientemente fue condenado Daniel Jadúe, por su congruencia política. Al mismo tiempo, numerosos hermanos Mapuche están secuestrados por la falsa democracia chilena, por resistirse al despojo del Wallmapu y por no aceptar ver convertir su territorio en un cúmulo de minas, madereras, industrias vitivinícolas y centros turísticos, y recorrido por un tren neoliberal que ofrece progreso. A ellos les dejan como opciones la asimilación o el exterminio.

• En Argentina, hermanos Mapuche y Qom sufren la prisión por las mismas razones que en Chile. La compañera Milagro Salas se encuentra retenida en las cárceles de ese país por el triple delito de ser pobre, de ser mujer y de ser indígena.

• En el Perú, el presidente Pedro Castillo sufre la prisión por ser pobre, indígena y maestro. Se le acusa falsamente de golpismo, cuando solo buscó aplicar lo que previene la constitución de aquel país cuando el Congreso rechaza repetidamente las propuestas de gabinete. Su delito real fue no ser suficientemente abyecto al interés imperialista.

• En Ecuador, Jorge Glas sufre prisión política por no venderse, como sí lo hizo Lenin Moreno.

• En Nicaragua, los sandinistas consecuentes son incómodos a quienes se han convertido en lo que antes combatieran. Sufren prisión en condiciones inhumanas o son expatriados sin personalidad jurídica alguna, lo que viola sus derechos humanos más fundamentales. Cierto que también hay presos por entreguismo, pero solo son el pretexto para castigar la congruencia de quienes no se venden.

• En el Salvador, miles de presos injustos y de presos políticos han sido víctimas de las políticas de terrorismo de estado impuestas por el dictadorzuelo Nayib Bukele,

• En Guatemala, el comandante César Montes sufre prisión política por no rendirse ni venderse. Quien sí lo vendió fue el actual presidente de México, que lo entregó al régimen guatemalteco, sabiendo que estaba exiliado en nuestro país.

En México, a los presos políticos y presos injustos heredados por los gobiernos anteriores, el actual ha añadido a defensores del territorio y periodistas. Los presos políticos mexicanos son, entre otros,

• El periodista Jorge Valdez, preso por denunciar la colusión de políticos de Puebla con el crimen organizado. Fue acusado de violación y su abogado defensor fue asesinado.

• Nuestro compañero base de apoyo zapatista José Díaz, a quien le inventaron delitos y pruebas y hasta le negaban la atención médica, que le era urgente, preso desde el 2022.

• Los defensores del territorio en San Juan Cancuc Manuel Santiz Cruz, Agustín Pérez Domínguez, Juan Velasco Aguilar, Martín Pérez Domínguez y Agustín Pérez Velasco, presos desde 2022 por defender su territorio contra la militarización y los proyectos neoliberales, acusados de delitos fabricados.

• En días recientes, fue secuestrada por el estado la compañera María Cruz Paz Zamora, delegada del Congreso Nacional Indígena, representante del Consejo Supremo Indígena de Michoacán, defensora de los bosques. Se le castiga por el delito de enfrentarse a talamontes, aguacateros y poderes regionales.

• Aunque no fue secuestrado durante el actual gobierno, se mantiene en prisión y se le niega su carácter de preso político al yaqui Fidencio Aldama.

• El sobreviviente de la masacre de Aguas Blancas, militante de la OCSS, Antonio Barragán, es mantenido en prisión en el estado de Morelos, acusado de un asesinato que no cometió. En este caso, es el capricho de un poderoso empresario, con influencia entre las autoridades morelenses, lo que le priva de su derecho a la libertad.

Pero no solo en nuestro continente se utiliza la cárcel como herramienta de represión y control social.

• En España, la anacrónica monarquía mantiene retenido, entre muchos otros, a nuestro compañero Pablo Hassel, por atreverse a describir en sus canciones la corrupción y vileza de la degradante monarquía y de la “clase política” de ese país.

• Contradictoriamente, la monarquía española no hace nada por la liberación del periodista español Pablo González, secuestrado en las cárceles polacas por el delito de ser … nieto de un ruso.

• En Francia ha permanecido secuestrado por más de 30 años el activista pro palestino venezolano Ilich Ramírez.

• En Turquía, el líder de la resistencia kurda Abdullah Öcalan ha estado recluido en prisión por más de 25 años.

• En Palestina, el régimen genocida sionista de ocupación mantiene casi a 9,000 rehenes en sus cárceles, bajo condiciones infrahumanas, sometidos a torturas, desprovistos de todo derecho. Entre ellos, se incluyen al menos 300 menores de edad y cerca de 800 mujeres. Las torturas pasan por la privación de alimentos, de tratamientos médicos, de asistencia legal, de visitas familiares, hasta constantes torturas físicas e incluso sexuales, de las cuales no se libran los niños.

Ante este breve, e incompleto recuento, no debemos desanimarnos. Todo lo contrario. Que los pequeños triunfos nos sirvan de combustible para enfrentar con mayor energía la lucha por la liberación de todos nuestros presos y la derrota del sistema que los retiene, que no es otro que el capitalismo.

Hoy toca celebrar con alegría, compartiendo el gozo y sumando voluntades.

¡Que viva la alegre rebeldía!

¡Viva Julian Assange!

¡Viva Palestina libre y entera!

¡Que caigan los muros de las prisiones!

¡Presos políticos, libertad!